Si no tuviera miedo
Si no tuviera miedo, si no fuera yo mismo Incluso entonces, cuando asumía mis derrotas, viviría sin fantasmas.
Negarlo sería más cobarde, engañarse habría sido peor. O todo o nada, o blanco o negro, o ellos o yo; así quise escapar.
Tiempo atrás, en mi secuestro, los demonios se burlaban. Uno más de su lista cruel, fría y altiva; de su aliento de desprecio en cada madrugada. Vértigo y desdén, pánico a volver la vista atrás, a todo lo que ya nunca seré. Idiota yo, atrapado, perdido en los años livianos manchados de infancia. Escucha bien, siente mi pecho; todavía teme a los demonios. Rompen las olas, nos aplastan en las rocas y ya sabes, reviven en noviembre. Antes, en las puertas del otoño, vomitan con asco y escupen a olvidados y descreídos.
Me vencí en diciembre, aturdido, cazando sombras en la pared, disparando calcetines. Improvisé, traté de matarlos en la cara b del disco blanco, en esa 9 de John Lennon, En lo más profundo, en la cueva oscura del diablo azul, en cada desperfecto. Donde fuera que llegara, donde sea que estuviera; si pudiera ser sin ellos O contigo por siempre, ojalá todo al revés, si no tuviera miedo.